HISTORIA DE UNA CIUDAD

Habia un dia una ciudad. Una ciudad que se situaba dentro de una fortaleza. Una ciudad con sus leyes, su organización, sus normas, sus parques y sus inquietudes. Una ciudad poblada solo de hombres, con sus angustias, sus penas, sus alegrias y su esperanza. Una ciudad huerfana de sonrisas de niños corriendo por sus jardines: una ciudad llena de muros y contradicciones, donde la flor de la esperanza, hay que regarla cada dia. Una ciudad donde sus habitantes se esfuerzan en el menester diario, mientras miran al cielo, esperando un viento huracanado que haga volar mas deprisa, las hojas del calendario. Esa ciudad se llamaba "Modulo 6" y estaba entre los frios montes de un territorio natural y umbroso, perteneciente a la Galicia primitiva y misteriosa. Su nombre era A Lama, y alguien dice que antes fue una extensa "lameira" llena de aguas profundas y silenciosas, cuyo espiritu -el espiritu de las aguas- sigue impregnando los muros de nuestra ciudad.

En ella, todos sus habitantes tenían el mismo horario cada mañana para saludar al sol, mientras preparán su alma y su cuerpo, para sobrevivir un dia mas, contra el tiempo, la razón y la burocracia en forma de papeles, que llegan o no llegan caprichosamente.

En esta ciudad, mi ciudad, el que haga sol, haga viento o haga lluvia, no tiene excesiva importancia: aquí los hombres miran poco hacia el cielo, la visión aquí es mas interior, el hombre vive esclavo de sus pensamientos y de sus ansias: los rios siempre terminan en el mar y las sombras siempre traen las luces. Sucede a veces que las sombras son muy alargadas y los espacios se achican y se hacen muy pequeños. Entonces, el alma necesita volar, atravesar los muros y caminar por los oceanos, las corredoiras y por los " fogares" llenos de luz y "morriña", donde alguien siempre espera y desespera. ! Cuanta leyenda, cuanto sabe Galicia de muertos vivientes!

En mi ciudad los hombres se ocupan de multiples labores, hacen deporte, leen y estudián. Queremos ser una ciudad de hombres civilizados e ilustrados. Queremos entender el mundo y comprender a las gentes, queremos que los muros no sean fronteras, queremos vivir libres e independientes, sin mas normas que aquellas que hemos consensuado: queremos entender porque vivimos en nuestra ciudad y aquello que nuestra ciudad hace por nosotros, en correspondencia a lo que nosotros hacemos por ella.
Fue Euripides quien dijo: "Todas las cosas grandes, nacen en las ciudades y van a las ciudades" Nosotros queremos hacer una ciudad grande, de hombres grandes y justos. La sabiduria nos ayuda en la experiencia y el dolor genera dignidad.

Nuestra ciudad tambien duerme y descansa. Los hombres se encierran en sus cubiculos y con la ayuda del televisor, se asomán al mundo exterior, maravillados y nostalgicos, soñando con los aires de la libertad.
En nuestra ciudad la noche siempre trae el silencio, y los sueños -entonces la invaden- para alimentar la ilusión de un proximo amanecer, fuera de sus muros.
Esta es mi ciudad.
TELMO