El día 14 de enero de 2012, todavía al calor de la navidad, del año nuevo y de nuestros recuerdos de siempre, hemos celebrado la fiesta familiar del módulo.
Ni que decir tiene que dentro de la felicidad que tal fiesta significa para nosotros y para nuestras familias, la tensión, los nervios, el ansia de convertirla, una vez más, en un éxito rotundo, nos tenía a todos un poco preocupados. Ello, bien a pesar de nuestro esfuerzo imaginativo, nuestra disponibilidad emocional y nuestra fuerza física.
Dicha Fiesta Familiar, propia de los módulos convivenciales, consiste en que nuestras familias son invitadas a compartir una tarde con nosotros, en el propio módulo, donde son recibidos por unas delegaciones que nosotros mismos, bajo la batuta de la Oficina de Gestión, establecemos. Donde tras la visita a las celdas, como a los talleres de las distintas actividades, tanto lúdicas como profesionales y con el fondo musical de la propia orquesta del Centro, compartimos una merienda donde no falta de nada.
Tal un reloj suizo, nuestras familias estaban a las 15,0 h., en nuestro módulo. Y tras los abrazos, besos y presentaciones de rigor, se procedió a acomodarlas en los respectivos lugares asignados al efecto, procediendo minutos después a la presentación de los actos.
La Oficina de Gestión, a través de su portavoz. Julio C ., dio comienzo a la apertura de los actos con una alocución de bienvenida. Hizo un discurso sobrio, audaz y cariñoso, donde dejó latente la importancia del núcleo familiar en la vida del preso.
El propio cordinador del Módulo Fernando M. con la audacia y servilidad que le caracteriza se encargo que nadie faltase de nada.
La orquesta del centro, con un repertorio elegido para la ocasión, nos deleitó con sus ritmos y su buena música.
Al final de la fiesta, el equipo técnico, fue ampliamente aplaudido y felicitado por el trabajo y la disponibilidad, por el conjunto de los asistentes.
El Jefe de servicios, hizo une breve alocución, en nombre de la Dirección y en el suyo, dando las gracias a todos.
Don. Paco. Educador del Módulo, puso el broche final a la fiesta, con un discurso adaptado a la situación, donde resalto la importancia de la familia en la vida del preso y la labor que los equipos técnicos realizan en este tipo de módulos convivénciales.
Ni que decir tiene que la fiesta fue todo un éxito y que la rotundidad de tal éxito, nos permitió evadirnos con aquellos que más queremos.
Benigno