Además de ser conscientes de nuestros actos, debemos de ser responsables de lo que hacemos. Hace unos años regentaba un pequeño negocio familiar, relacionado con la gestión de coches de alquiler, donde uno se relaciona con un variado elenco de personas.
Sin querer, ni interesarme ni conocer, el negocio de las drogas, sí reconozco que con el afán de poder ampliar mis instalaciones, atendí a personas que sí lo estaban; sólo me interesaba su inversión en compra de vehículos, de los cuales si eran proporcionados por mí, cobraba una comisión, por consiguiente nada me podía ocurrir. Con el tiempo y conociéndonos desde siempre ya que somos del mismo pueblo, se intensificó la confianza, delante de mi, pudo haber conversaciones de proyectos delictivos relacionados con el narcotráfico, a mi no me interesaban; pero si estaba informado me era más fácil ofrecerles como intermediario, el inmovilizado o el negocio donde se podía invertir.
En un viaje hacia el sur de Portugal, para enseñarles unos coches, ya que querían montar un negocio de de compra venta , fui acompañado por este "Sr." y dos personas más, según él, sus socios. Visitamos dichos locales, y después marcharon para atender a sus asuntos, quedándome yo esperando en el hotel donde nos habíamos registrado para pasar la noche, salimos a cenar y tomar una copa después. De regreso comentaron que les habían ofrecido una descarga de cocaína por la parte de Galicia. Nada más volví a saber de dicho negocio.
Pasaron unas semanas y le pregunté qué pasaba con los coches , yo tenia que dar alguna contestación, me dijo " de eso hay que esperar, porque aquel negocio estuvimos a punto de hacerlo, pero al final vimos cosas raras y lo echamos atrás".
Yo ni le di más importancia, seguí con mi negocio. mi sorpresa fue después de 4 o 5 meses al enterarme que habían sido detenidos, pero más sorpresivo fue cuando una mañana al dirigirme a mi oficina fui detenido, acusándome de una posible descarga de cocaína
Mi única relación con el caso es, una llamada de teléfono preguntando " como te van las cosas, porque a mí ya me están apretando" refiriéndome a la contestación que yo debía dar de los coches, si interesaban, o no.
Estas personas estaban bajo un seguimiento, y al parecer tenían fotos al entrar en mi oficina y de ese maldito viaje al sur unas grabaciones en vídeo.
Llegó el juicio en la Audiencia , según los abogados para ellos las penas serían de tres o cuatro años por conato, y para mi no superior a los dos años.
¡Cual no seria lo increíble!. Dictan sentencia sin hacer ninguna distinción condenando a todos por igual a muchos años de prisión.
No quiero oír hablar de droga ni en el patio de la cárcel.
JUZGUEN UDS. SI MI EXPERIENCIA VALIÓ LA PENA.
Sin querer, ni interesarme ni conocer, el negocio de las drogas, sí reconozco que con el afán de poder ampliar mis instalaciones, atendí a personas que sí lo estaban; sólo me interesaba su inversión en compra de vehículos, de los cuales si eran proporcionados por mí, cobraba una comisión, por consiguiente nada me podía ocurrir. Con el tiempo y conociéndonos desde siempre ya que somos del mismo pueblo, se intensificó la confianza, delante de mi, pudo haber conversaciones de proyectos delictivos relacionados con el narcotráfico, a mi no me interesaban; pero si estaba informado me era más fácil ofrecerles como intermediario, el inmovilizado o el negocio donde se podía invertir.
En un viaje hacia el sur de Portugal, para enseñarles unos coches, ya que querían montar un negocio de de compra venta , fui acompañado por este "Sr." y dos personas más, según él, sus socios. Visitamos dichos locales, y después marcharon para atender a sus asuntos, quedándome yo esperando en el hotel donde nos habíamos registrado para pasar la noche, salimos a cenar y tomar una copa después. De regreso comentaron que les habían ofrecido una descarga de cocaína por la parte de Galicia. Nada más volví a saber de dicho negocio.
Pasaron unas semanas y le pregunté qué pasaba con los coches , yo tenia que dar alguna contestación, me dijo " de eso hay que esperar, porque aquel negocio estuvimos a punto de hacerlo, pero al final vimos cosas raras y lo echamos atrás".
Yo ni le di más importancia, seguí con mi negocio. mi sorpresa fue después de 4 o 5 meses al enterarme que habían sido detenidos, pero más sorpresivo fue cuando una mañana al dirigirme a mi oficina fui detenido, acusándome de una posible descarga de cocaína
Mi única relación con el caso es, una llamada de teléfono preguntando " como te van las cosas, porque a mí ya me están apretando" refiriéndome a la contestación que yo debía dar de los coches, si interesaban, o no.
Estas personas estaban bajo un seguimiento, y al parecer tenían fotos al entrar en mi oficina y de ese maldito viaje al sur unas grabaciones en vídeo.
Llegó el juicio en la Audiencia , según los abogados para ellos las penas serían de tres o cuatro años por conato, y para mi no superior a los dos años.
¡Cual no seria lo increíble!. Dictan sentencia sin hacer ninguna distinción condenando a todos por igual a muchos años de prisión.
No quiero oír hablar de droga ni en el patio de la cárcel.
JUZGUEN UDS. SI MI EXPERIENCIA VALIÓ LA PENA.
Si lo que cuentas es verdad, es una completa injusticia, tu no tienes culpa de nada, pero a quien le importa tu vida, solo a tu familia, nadie ha comprobado tu testimonio, es vergonzoso
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