Romanos, Judíos, Escoceses, Gabachos… (Los innombrables 1º parte)
Hoy estoy un poco desconcertado. Ayer ¡estaba desolado! Y; para enterrar aún más mi espíritu, para cubrir mi estado de ánimo con una buena capa de musgo, los ángeles no dejaron de mear en todo el día y no paró de llover. Me duelen todas las articulaciones, incluidas las de las neuronas; no debiera de escribir en semejantes condiciones pero, un diario es eso: un diario y algo hay que poner todos los días.
Ayer el jefe daqueste sitio me dijo: “oye a ver si pones los pies en la tierra. Vete bajando del paraíso, deja a Demóstenes y escribe cosas más leíbles”.
¡¡¿?!!... ¡rayos! ¡¡coño!! ¿Que he hecho?... pensé yo, pobre de mí al oír semejante crítica y, sonreí… (siempre sonrío ante la adversidad), mientras sentía como una mano invisible me agarraba de… donde dijimos… Armándome de valor pegunté al Boss of the blog: “¡ah! ¿Quiere usted que escriba más sobre la cruda realidad, sobre la vida en prisión y menos prosa poética?”. “¡No!”, respondió. Y yo pensé… ahora va y aprieta… “escribe sobre lo que te de la gana pero, más con los pies en la tierra, no sé… esas citas que pones…”. Uff que alivio pensé… son las citas de Abrahán Lincoln; este mamón de George Bush está acabando con la reputación de todos sus antecesores, incluso de los gloriosos. Pero… hay más…
A ver… a parte del presidente “yankee”, al parecer no resulta adecuado, comprensible o políticamente correcto, nombrar aquí a Demóstenes, Spinoza, Maquiavelo, Desmond Morris, Daniel Goleman, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Homero y algunos escoceses (¿que tendrá el “baranda” contra Macbeth, Duncan I, Malcolm III, Robert the Bruce, James Duoglas, Keith de Galston, William Wallace?). No sé que pasará cuando vea que he mentado a Heródoto y Flavio Josefo; me temo lo peor porque estoy empezando a comprender que lo que chieff quiere decir con eso de poner los pies en la tierra, es que vuecencias no han leído nunca sobre estos hombres, grandes todos… o que si lo han hecho no lo han entendido y que, en todo caso, les importa un pimiento lo que hicieron, dijeron o, escribieron.
Vale… Es difícil, pero intentaré no acordarme de mis lecturas cuando escribo (ahora estoy releyendo unos cuentos de Guy de Maupassant y sigo con Heródoto, Platón y Marco Aurelio cerca de la almohada) pero, que conste que no estoy de acuerdo en esa moderna costumbre de banalizarlo todo, no leer nada de calidad y desterrar todo rastro de filosofía, poesía. Y, por cierto, la realidad la vivo pero sólo es tan bella como mis sueños, cuando escucho (como ahora) la voz de Teresa Salgueiro o, cuando mi sobrina y su madre me regalan su ternura y su cariño (como mañana).
Y… vuestras mercedes, los que esto leen, podían tener la bondad de escribir algo debajo ¿no? ¡Si! Ahí donde pone COMENTARIOS. Ya saben unas líneas diciendo: “ejecuten a este tipo de una puta vez”; “espósenlo a la litera y que no escriba más”; “denle ración doble de coliflor”. O algo como: “quien ha dicho que no entendemos a Spinoza”; “Maquiavelo for president”. Cualquier cosa menos “enciérrenlo” porque eso ya lo han hecho.
A. V. de B.