Un día en prisión
Anoche tuve un sueño. Me encontraba en la habitación de mi casa y podía notar la suavidad de mis sábanas, la comodidad de mi colchón y lo confortable que era mi almohada. También podía observar como son las cortinas nuevas que había comprado mi chica y daban un color especial a la habitación. En un lado encontraba la mesa donde yo trabajaba con mi ordenador diariamente, recibiendo la jungla de correos que me llegaban con ofertas de trabajo y en especial el correo diario que me manda mi mejor amigo Bruno desde Nueva York. Al fondo te encontrabas con una pequeña salita convertida en ropero, en la que mi chica y yo decidimos usar para meter nuestra ropa, la verdad es que la idea era bastante buena. Era muy práctica y sobre todo teníamos amplitud suficiente para colocar todos nuestros utensilios de calzado, ropa etc.
En pleno sueño observando mi habitación empecé a notar que tenia mucha hambre, no me quería levantar de lo cansado que me sentía, pero, el hambre cada vez iba a mas, entonces cuando ya no aguanto la fatiga, recuerdo que en la nevera me dejé una ensalada de pasta “Mediterranea”, que había hecho esa misma noche y estaba buenísima. Entonces me levanto de un impulso y me dirijo hacia la nevera, estoy de pie, a un lado de la cama, medio despierto. Empiezo a visualizar que estoy en una habitación muy reducida, al fondo una puerta cerrada y en la parte de arriba de la cama, veo a un hombre, cuya imagen se entrecorta. De un gran susto, despierto del todo. Y me doy cuenta de que no estoy en mi casa, sino en la celda numero 11 de la prisión de A lama.
Ya ves. A veces, los sueños se convierten en pesadillas: amargo despertar, amarga ilusión, amarga vida.
Anoche tuve un sueño. Me encontraba en la habitación de mi casa y podía notar la suavidad de mis sábanas, la comodidad de mi colchón y lo confortable que era mi almohada. También podía observar como son las cortinas nuevas que había comprado mi chica y daban un color especial a la habitación. En un lado encontraba la mesa donde yo trabajaba con mi ordenador diariamente, recibiendo la jungla de correos que me llegaban con ofertas de trabajo y en especial el correo diario que me manda mi mejor amigo Bruno desde Nueva York. Al fondo te encontrabas con una pequeña salita convertida en ropero, en la que mi chica y yo decidimos usar para meter nuestra ropa, la verdad es que la idea era bastante buena. Era muy práctica y sobre todo teníamos amplitud suficiente para colocar todos nuestros utensilios de calzado, ropa etc.
En pleno sueño observando mi habitación empecé a notar que tenia mucha hambre, no me quería levantar de lo cansado que me sentía, pero, el hambre cada vez iba a mas, entonces cuando ya no aguanto la fatiga, recuerdo que en la nevera me dejé una ensalada de pasta “Mediterranea”, que había hecho esa misma noche y estaba buenísima. Entonces me levanto de un impulso y me dirijo hacia la nevera, estoy de pie, a un lado de la cama, medio despierto. Empiezo a visualizar que estoy en una habitación muy reducida, al fondo una puerta cerrada y en la parte de arriba de la cama, veo a un hombre, cuya imagen se entrecorta. De un gran susto, despierto del todo. Y me doy cuenta de que no estoy en mi casa, sino en la celda numero 11 de la prisión de A lama.
Ya ves. A veces, los sueños se convierten en pesadillas: amargo despertar, amarga ilusión, amarga vida.
TRUJILLO
Hola Trujillo:
ResponderEliminarSi. Un mal sueño. Es bueno soñar por que imagino que te dará alas para escapar por unos momentos de tu encierro. Pero también debes pensar que a pesar de estar privado de libertad, aun tienes cosas de las que alegrarte y a las que agarrarte para no caer en el pozo de la desesperación. ¿Cuales son esas cosas? Te voy a contar mi truco cuando me siento en un callejón sin salida. Suelo pensar si lo que me parece un problema también lo sería si supiera que mañana me voy a morir y me doy cuenta de que estar vivo es una bendición y que a todo le podemos encontrar el lado positivo. Tú en tu encierro estás vivo, posiblemente puedes andar (algunos no pueden), posiblemente no estás ciego (algunos lo están)... tienes motivos para luchar. La vida fuera te espera. Tendrás una nueva oportunidad para VIVIR en mayúsculas. Aguanta ahí dentro. Busca algo que te permita hacer que el tiempo transcurra lo más rápidamente posible. Lee. Si fumas, intenta dejarlo. Si te drogas, intenta dejarlo también. Aprovecha ese tiempo para cosas positivas. Encuentra a tu alrededor el buen rollo. La buena energía de las personas que seguro que algunas la tienen y transmíteles lo mejor de ti. Haz de esa experiencia una oportunidad para mejorar como hombre y como persona.
Mucho ánimo Trujillo. Y estamos en contacto si tú quieres.
Soñar no cuesta nada y con la imaginacion podemos vivir momentos magicos aunque el despertar sea amargo. Buscale el lado positivo de este mal sueño que te toco vivir y se fuerte. De los momentos duros tambien se aprende e intenta aprovechar el tiempo de la mejor manera posible para que tu estancia en la carcel sea lo mas llevadera posible.
ResponderEliminarDisfruta de las pequeñas cosas del dia a dia que merezcan la pena aunque no disfrutes de la libertad que otros tenemos.
Piensa que despues de dias malos vendran otos mejores y se fuerte en todo momento.
Seguro que si haces las cosas bien, algun dia disfrutaras de tu tan deseada libertad.
De todo corazon te deseo lo mejor, mucho animo y fuerza para superarlo. Recuerda cuando te vengas abajo que tu puedes conseguirlo y que vales mucho, saca siempre lo mejor que llevas dentro y lo conseguiras.
Cuidate mucho y un fuerte abrazo.