No sé quien sería el personaje que decidió llamar "la caja tonta" al mayor y más importante invento del siglo XX. La televisión. Quizá alguno piense que exagero pero gracias a la televisión hemos podido visitar mundos fantásticos, que probablemente no veremos nunca in situ. Hemos disfrutado con personajes animados a los que después de verles correr y hablar tanto tiempo, llegas a olvidar por un momento que no tienen vida, pues tan solo son dibujos. Nos permite conocer culturas y razas de todas partes del mundo a través de los documentales y por supuesto nos ha permitido también asistir a gestas deportivas increíbles de nuestros deportistas favoritos, sentados en un asiento de primera fila en cualquier competición a la que nos guste asistir. Todo esto con un lujo de detalles que ningún escritor podría plasmar en un libro o en el mejor de los artículos.
Pero como en todos los aspectos de la vida todo tiene que ser criticado, es algo que esta implícito en el ser humano. En los últimos años se ha tildado la programación de la televisión de "tele-basura". Evidentemente no toda la programación de la televisión puede ser buena ni al gusto de todos. Tampoco recomiendo pasarse el día entero viendo televisión. Pero creo que hay un momento para todo. En los últimos años se esta intentando imponer una moda absurda, la cual consiste en hacer ver a los demás que no ves la televisión.
Esta nueva tribu urbana no quiere saber nada de la abominable tele y tan solo tienen relaciones con los libros y la música. Todo esto esta provocando que a la gente que le gusta ver la televisión, no se atrevan a comentar que lo hacen por miedo a sentirse rechazado en determinados círculos. Por todo ello es muy posible que si intentas hablar con alguien de tele, te contesten que tan solo ven los documentales de La 2, los telediarios y retransmisiones deportivas, ya que estas últimas son políticamente correctas en todos los sectores de la sociedad.
Desde aquí quiero decir que me parece fantástico que la gente lea y por supuesto que escuche música, pero nada tiene de malo ver la televisión. Francamente todo esto me causa tristeza, ya que todo el mundo tiene derecho a divertirse como mejor le parezca sin tildar de nada aquello que no nos gusta. Yo soy un defensor de la televisión, me gusta ver la tele y también me gusta leer libros, porque creo sinceramente que la experiencia de comenzar un libro y no poder parar de leerlo hasta que lo terminas, es incomparable, pero también me gusta llegar a casa, casado de trabajar y relajarme un rato cenando algo mientras veo un ratito la televisión.
Por lo tanto desde aquí reivindico el derecho de las personas a consumir moderadamente un rato de televisión siempre que le apetezca y sin miedo a ser criticado por ello.
Para finalizar me gustaría hacer referencia al lugar en el que nos encontramos. ¿Que seria de nosotros aquí en la prisión si no tuviésemos un televisor? Las largas horas de confinamiento en la celda son mucho más agradables si podemos gastar parte de nuestro tiempo viendo una película, la serie del momento o por supuesto las noticias, que son junto con nuestras familias nuestro vínculo con el mundo exterior. P.M.
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