Agotadora… es la palabra que mejor define esta jornada de los Cursos de Verano de la UNED en Pontevedra, en su XIX edición; la III a la que tengo el honor de asistir.
Este año, sin embargo, me resulta especialmente interesante, no porque el tema “Sociedad, Publicidad y Medios de Comunicación” me sea más cercano, sino porque algo que el año pasado era una expectativa, hoy, antes de comenzar ya era una realidad. Esta edición de los Cursos de Verano no son un evento preparado ad hoc para el Centro Penitenciario; son un evento normal que se celebra en las instalaciones de esta Prisión. Es decir, los “alumnos” que no viven aquí, que no están presos, acuden desde el exterior para seguir junto a los que sí vivimos en prisión, las mismas conferencias, coloquios y mesas redondas.
Con este “sencillo” cambio, la UNED y el Centro Penitenciario introducen una dinámica realmente interesante, que si tiene continuidad puede contribuir y mucho a hacer realidad algo que hasta ahora sólo figura en la Ley Penitenciaria (y en la Constitución), pero que el devenir diario de las prisiones dificulta y en muchos casos impide. “Mantener a los ciudadanos presos lo más cerca posible de la sociedad”. Lo decía esta mañana el representante de la UNED en Pontevedra: “el que una persona tenga que estar un tiempo en prisión no significa que deje de ser persona, si no quiere dejar de serlo, ni que por el hecho de pagar una condena, sea excluido de la sociedad”. Es de agradecer que además de decirlo, este año sea una realidad.
Esta mañana, como una actividad más de los Cursos de Verano, ha tenido lugar un Taller Práctico. Alumnos, profesores, periodistas y ponentes, visitaron el M-6 y vivieron una experiencia de comunicación en el interior del Centro Penitenciario. Vieron todo lo que quisieron ver, preguntaron “todo” lo que les intrigaba, manifestaron su asombro y al final de la visita dijeron que se les habían venido abajo no pocos estereotipos. Suele pasar con todos aquellos que visitan módulos convivenciales en esta prisión de A Lama pero, tratándose de profesionales de la comunicación y de futuros comunicadores, este hecho adquiere una especial importancia.
En un momento como el actual, en el que la cárcel parece, al menos para ciertos grupos políticos y los entornos sociales que les sustentan; la panacea, la solución para cualquier problema social ¡incluida la regulación del tráfico rodado!, está bien que otros entornos de la misma sociedad tengan y comuniquen una idea diferente que, además, en este caso está basada en la observación directa y en la experiencia que supone entrar en una prisión, visitar sus rincones, comunicarse con los presos y, como en este caso, realizar con ellos una tarea común.
El resto del día estuvo dedicado a conocer, analizar y debatir sobre temas de mucha actualidad. Por la mañana, sobre la evolución del comercio electrónico. Por la tarde, sobre publicidad en televisión; muy esclarecedora en cuanto a la evolución de las audiencias en España y, para finalizar, una mesa redonda en la que se debatió acerca de un asunto que no es nuevo pero sobre el que desde hace años un, cada vez menos encendido “enfrentamiento”: Prensa Digital vs Prensa Tradicional (impresa en papel). Pude, en este asunto (porque me dejaron el micrófono) manifestar mi parecer; recordando una vez más aquella máxima del maestro Bento Spinoza “Que cada hombre piense lo que quiera y diga lo que piensa”. Quedó claro; amo la libertad de expresión, los árboles y la tecnología. Si esta última facilita la primera y contribuye a la conservación de los segundos ¿Dónde está la duda?
Como alumna de la Uned inscrita en el Curso de Verano, y una vez finalizado éste, no puedo dejar de agradecer a los internos que en él participaron que nos hayan dado una gran lección de humildad.
ResponderEliminarNos han sorprendido con sus intervenciones y, quizá lo más importante, han logrado que se desvanezcan algunos de los prejuicios con los que nos presentamos el primer día. El comentario unánime esta mañana, tras la clausura, era "se ha hecho muy corto". Y es cierto, tanto para quienes os quedais como para quienes salimos al exterior y reanudamos nuestra vida habitual, aunque con un pequeño matiz: ahora conocemos uan realidad muy diferente, la hemos vivido durante unos días, y no será fácil de olvidar.
Os animamos a estudiar, a que os prepareis para afrontar un futuro incierto, que sin duda lo será menos si teneis la formación necesaria; os servirá también para que el tiempo que os quede resulte más llevadero...
Por último, debo deciros que el comentario unánime entre los alumnos, al despedirnos, fue: "¡nos vemos en el próximo!".
y así será.
Hasta pronto