JORNADA DE CONVIVENCIA FAMILIAR

10 de enero de 2009

Ahora que algunos medios de comunicación se emplean también en cuestionar la labor de los directores de prisiones; es un buen momento para dar las gracias “al nuestro” por, no sólo permitir, sino por alentar la celebración de Jornadas de Convivencia Familiar como la que tuvo lugar el pasado sábado día 10 de enero. Este tipo de visitas colectivas en las que los familiares de los presos (que ya comunican habitualmente con ellos, con los medios y la regularidad que la Ley permite), traspasan los fríos locutorios y las salitas de vis a vis familiar, para vivir unas horas en el mismo lugar en el que se desarrolla la vida diaria de los suyos.
Esta convivencia se celebró en un ambiente festivo: gaitas, canciones y otras actuaciones que hicieron más entrañable este momento. También se sortearon diversas manualidades realizadas en los distintos talleres
Los que han visitado el M-6 a lo largo de las 5 Jornadas de Convivencia Familiar que se han organizado desde julio de 2006, hoy tienen una imagen real del lugar en el que los suyos viven privados de libertad. Generalmente es impactante, algunos tienen que hacer esfuerzos para retener las lágrimas cuando ven las celdas, los muros, los barrotes, pero incluso esas personas una vez que conviven con el resto de los presos del módulo que viven con sus hijos, padres, hermanos, esposos… regresan a casa más tranquilos. Tienen derecho a esa tranquilidad, a saber que esto no es lo que desde fuera se imaginan, ni lo que los medios de comunicación dicen que es, en la mayoría de las ocasiones.
Los familiares de los presos no han sido condenados pero, la verdad es que en demasiadas ocasiones, viven la condena y a veces es más dura que la del propio preso.
A. V. de B.