sábado, julio 17, 2010

QUINCE DIAS ENTRE PARÉNTESIS

Uno se cree, (o se convence), que pasados los cincuenta de una vida intensa,(éxitos y fracasos, luces y sombras), ya no le pueden pasar sucesos trascendentes.
Uno se cree, (o se confía), que aún cometiendo un error/delito, la condena no será ejecutada en su extremo.
Sea lo que sea, y por lo que sea, estoy en prisión. Algo impensable para mí hasta hace nada. Este sí es un suceso trascendente que afecta duramente a uno, a sus circunstancias, a su entorno,…
Lo normal ahora sería escribir y reflexionar sobre el dolor, las sensaciones de estar cautivo, etc,… Y tengo todos esos sentimientos posibles a flor de piel pero, dando por hecho eso, frivolicemos un poco para rebajar tensión,…

Tengo nueve meses de condena. Vamos, como un embarazo no deseado, sin posibilidad de interrupción y con muchas dudas sobre la paternidad.
Por otra parte me siento aliviado. Aliviado por varias razones, aunque solo voy a comentar las menos trascendentes y serias.
Aliviado, porque al entrar no me dieron el traje de rayas y la cadena con bola de acero.
Aliviado, porque los funcionarios no eran como en “Expreso de medianoche” : duros, uniforme tenebroso, gruesos y sudorosos.
Aliviado, porque venía asustado por la leyenda urbana de que si te cae el jabón en la ducha, al agacharme sufriría una experiencia no deseada.
Aliviado, porque no he visto esas ratas enormes que aparecen en “La fuga de Alcatraz”, solo he visto mosquitos “del país”. Eso sí, fui atacado con nocturnidad y alevosía al principio. (por falta de experiencia, al conocer que no era especie protegida hago cacería antes de dormir).

Aliviado, porque no paso hambre ni encuentro bichos vivos en mi bandeja como en “Cadena perpetua”. Además, con tanto ejercicio, el hambre me confunde como la noche a Dinio y las lentejas me parecen “carpaccio de buey cubierto de bloc de foie y virutas de parmeggiano”, los zancos de pollo me saben a “confit de pato salvaje con láminas de manzana verde a las finas hierbas”, y las natillas danone al “sorbete de limón al cava”.

Aquí hay personas de todas partes y condición. Incluso uno que sería un “extremaño” porque nació en Cáceres y vive en Zaragoza.
Muchos comentan no saber por qué están aquí, que su abogado es muy malo, etc,… Si yo les contara,… (esto es broma), que mi abogado es un fenómeno, es tan buen abogado que un día durante un juicio confundió tanto al jurado que condenaron al juez.
Disculparme si alguien piensa que frivolizo con la desgracia de estar en prisión. No es esa la intención. Es un desahogo diferente…

Siempre, en toda situación caótica, cruel, dolorosa, hay algo positivo. Por ejemplo, para mí, es redescubrir las cartas. (ojo!, no la baraja, que también).
Antiguamente el cartero era alguien importante. Para muchos el hombre más esperado. Ahí afuera, ahora el cartero no nos trae nunca cartas de la amada ni del amigo, las cambió por las del BBVA, agencia tributaria ó, para los que estamos aquí, del juzgado.
Este cartero ya no es lo que era. Ahora es “persona non grata” a menos que no cambie de correspondencia.
Me confieso de ser un romántico y me siento una especie en peligro de extinción. (no protegida). Aquí hay necesidad de escribir, de derramar en un papel el corazón. Lo peor es no tener a quién dirigir esa carta que emocione y haga sentir las entrañas.

Apenas llevo quince días entre paréntesis, (es así como debo tomarme este tiempo en prisión), y ya he sentido, apreciado y aprendido nuevas cosas, pequeñas cosas, pero nuevas.

Alguien, ya importante para mí, me dijo algo al llegar que me hizo reflexionar : Convertir mi estancia, este paréntesis, en un punto de inflexión en mi vida. Preparar mi futuro desde la cautividad, con tiempo para dirigir mis pasos a conseguir una supervivencia digna y feliz en la medida que pueda.

Me ahorro esfuerzos en comentar las bonanzas de estar en este Modulo 6, porque estamos todos de acuerdo que es un ejemplo a seguir en otras prisiones y que es indiscutible que hacen que, la perdida de libertad, se lleve de una forma más digna y aprendiendo a convivir en el respeto.

Carlos C.

3 comentarios:

  1. Me encanta tu relato: esa mezcla de ironia y sentimientos. Animo!!!

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  2. me cuelo aqui para saludar a mi gente con quien comparti 5 años de mi vida,uno trata de olvidar concentrandose en el mañana pero este ha sido marcado y siempre estan en mis pensamientos,momentos duros,amargos y felices.
    soy sobreviviente de a lama hoy lloro al recordar lo positivo que me dejo y a mis amigas mando fuerza y valor las amo a travez de la distancia,gracias.anabel

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  3. sois increíbles y escribís de lujo. mucho ánimo y a seguir con este blog, de verdad.

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