miércoles, febrero 07, 2007

Diario Íntimo de un Condenado capítulo 27




Romanos, Judíos, Escoceses, Gabachos… (Los innombrables 3º parte)

Aprovechando que paso muchas horas al día en compañía del Auxiliar de la Biblioteca, le he preguntado cuantos libros había entregado en préstamo esta semana. Respuesta: ninguno.

¡¡Dioses!!. Repregunté… ¿y la semana pasada? Respuesta: ninguno. ¡¡Por Tutatis!! Venga frate no andes con coñas que es una encuesta seria, a ver… dime los que se trajeron de la biblioteca en lo que va de enero. Respuesta: ninguno. ¡¡glup!!...

Debí mirarle como el labrador a un buey que se niega a tirar del arado y decidió rematarme, “mira tío en enero ninguno, en diciembre ninguno y en noviembre ninguno, ¿te vale?”. Mientras lo escuchaba pensé, “así que en esta puta ciénaga no lee ni dios, claro, así nos va” pero… no lo dije. Era un pensamiento negativo, busqué desesperadamente el lado positivo y lo encontré. “La verdad es que para leer tan poco, nos va bastante bien, muy bien diría yo”. Eso si lo dije en voz alta y entonces se apiadó de mí y argumentó: “que no se pidan libros a la Biblioteca General no quiere decir que la gente aquí no lea. A muchos les traen los libros sus familiares, otros reciben publicaciones de forma periódica, hay unos cuantos que estudian en la UNED y ya ves que en la Biblioteca Modular si hay movimiento. Además, los libros se prestan entre los presos continuamente”.

Eché un vistazo a la Biblioteca Modular… Cinco estanterías de más de cinco metros. La más alta, vacía… la siguiente, llena de libros… las tres restantes, llenas de revistas. Desde aquí se puede ver algunos títulos en los lomos de los libros… hice un esfuerzo intentando recordar cuando había visto las dieciséis plazas ocupadas… gente leyendo… Uff… Busqué de nuevo el lado positivo. Es cierto, se leen más revistas que libros, pero algunas son buenas. Después hice otro esfuerzo por creerme el lado positivo.

Por cierto, antes de que a alguien se le alarme la susceptibilidad, donde pone “ciénaga”, quiere decir ciénaga, no es un eufemismo. Pregunten a los más viejos del lugar y les dirán que “A Lama” en castellano significa eso… “el lodazal”. O sea, la prisión no es una ciénaga; está construida sobre un cenagal.

Mañana tengo una entrevista con la psicóloga y no quiero que me vea preocupado por este asunto, aunque más que preocuparme, me cabrea y me apena. Algo habrá que hacer para que la gente lea más y a ser posible, por que lea cosas de calidad. Y no empecemos ahora a discutir sobre si la calidad es algo subjetivo y que sobre gustos no hay nada escrito. Lo cierto es que el Centro Penitenciario (cárcel), pone a disposición de los internos (presos), una biblioteca bien dotada, un catálogo y un servicio de préstamo de libros con envío y recogida a “domicilio”. Y también es un hecho que la mayoría de los cerca de mil seiscientos habitantes tienen tiempo para leer.

A. V. de B.

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