El otro día estaba viendo distraídamente la televisión en mi celda cuando algo captó mi atención. Se trataba de un reportaje que contaba las peripecias de un reportero que, harto de las banalidades y superficialidades del mundo en el que vivía, quiso hacer realidad su sueño. Y lo consiguió.
Su sueño, explicaba, consistía en recorrer en bicicleta los siete desiertos más grandes del mundo. Tenía el anhelo de encontrar la libertad en los vastos y amplios espacios que tales escenarios naturales ofrecen. El buen hombre se buscó sus patrocinadores para tal aventura, y, con el propósito de escribir un libro en el que contaría sus experiencias y mostraría el variopinto material gráfico que obtendría, partió para la magna aventura. Ahora, a la vuelta, había preparado el libro convenido y lo estaba presentando para su venta.
Hasta aquí, todo bastante “normal”; no es ni el primero ni será el último en este tipo de aventuras con libro posterior. Pero lo que me llamó la atención fue la conclusión que este joven reportero extraía de su búsqueda de La Libertad durante 5 años, miles de kilómetros, muchas y muy diferentes gentes tratadas a lo largo de su periplo y cientos, acaso miles, de anécdotas vividas. Afirmaba con rotundidad que “La Libertad no se alcanza huyendo a espacios abiertos, sino que es una actitud ante la vida”.
El razonamiento anterior, precisamente por mi situación de preso de la cárcel de A Lama, me sacudió como una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo. Efectivamente, esta frase “la libertad es…una actitud ante la vida” encierra un montón de posibles significados para cada uno de nosotros todas igualmente válidas; pero, para mi y en esta situación, me arma con un arsenal de razones con las que parapetarme y pelear durante este episodio vital que me ha tocado vivir: la estancia en la cárcel.
Alguien podrá acusarme de buscar grano donde sólo hay paja, de consolarme con poco y que, al final, lo que cuenta es que estamos presos y punto… Bien, pues yo no comparto esta opinión, si la dejamos tal cual. Mi punto de vista es que La Libertad es la resultante de sumar muchos factores, además de la libertad de movimientos. Éste es, quizá, uno de los elementos más definibles de La Libertad, el más visible, pero ni es el único ni es, por sí mismo, el más importante.
El razonamiento del reportero me hizo reflexionar sobre los “otros” aspectos de La Libertad que tan a menudo olvidamos y que deberíamos cultivar mucho más. Me refiero a la libertad de pensamiento, de conciencia, de imaginación, de reflexión, de aprendizaje, de comprensión, de creación. Porque ¿quién podría quitarnos la libertad de imaginar con “Alicia en el país de las maravillas?¿o de soñar amores desgarrados con Neruda?¿o de viajar por medio mundo con Chesterton?¿o de vislumbrar el futuro con Asimov?¿o de sentir un escalofrío viendo “Los desastres de la guerra” de Goya o “El Guernica” de Picasso?¿O de vivir como un pilluelo llamado Hukleberry Finn?¿O de ser testigos en primera persona de las glorias y miserias de la España Imperial del s.XVII con Alatriste?¿o de convertirse en el “Barón rampante”, siempre rebelde pero siempre consecuente, que nos mostró Italo Calvino?¿O de temblar de emoción con la poesía de Miguel Hernández o de San Juan de la Cruz?... o sea, acceder a un montón de vidas, tiempos y lugares, sin restricción de ningún tipo.
A aquellas libertades debemos apelar aunque el sistema penal y penitenciario nos haya retirado la otra temporalmente, la que parece más natural a la persona. Es más: cultivarlas ahora, mientras carecemos de la otra libertad, nos permitirá vivir una vida más “rica” tanto en prisión como cuando podamos volver a movernos libremente de un lugar a otro. Esta es la SEMILLA que podemos plantar ahora y que germinará en nuestra nueva vida después, enriqueciendo la recuperación de la libertad y dotándonos de mayor capacidad de juicio y de disfrute de los placeres cotidianos propios de cualquier ciudadano.
J.A.L.R.
Buenos días JALR y a todos los lectores que se asomen a este blog… Sólo brevemente diré que… un día, yo, escribí esta misma reflexión. No es libre quién se desplaza geográficamente, sino aquel que prescinde de cargas interiores, de pesos inútiles, de deseos frustrados… aquél, que vive en paz sencillamente.
ResponderEliminarRodeado por la sensible, inmensa y cálida belleza de lo imprescindiblemente sencillo, que es el amor de los seres queridos… que es el lugar del que somos parte, ese lugar por el que “somos” y no podríamos en ningún otro.
Mi propia existencia, igual que lo es ahora, con mis horarios… mis ocupaciones… mis prisas… No lo sería completa si no fuese aquí, en el lugar donde soy. En mi tiempo existencial, rodeamos de protectores amores… protegida, amparada.
Tu lugar JALR no és, donde estás. Tú, no “eres” ahí…
Vosotros, quienes podáis leer este escrito y estéis ahí, en A Lama, sois quienes podréis decirme:
Sois vosotros parte de A Lama ? Es A Lama, parte de vosotros ?
Nó.
De dónde "sois" parte y… qué es parte de vosotros?
Cuál es vuestro lugar… ?
Ese lugar y este tiempo… pasará y el poso que dejará en vuestro interior SÍ será parte de vosotros. No os lo llevéis, no dejéis que os contamine…
No sois, (no eres) parte de A Lama y no consintáis, (no consientas), forme parte de ti, porque el futuro os espera… lleno de alegrías que merecen tener un lugar, que merecen ocupar su trono…: El recuerdo de un sabor, de un aroma, de una risa… compañía… o plácida soledad… En el lugar en donde “sois”. Porque "sois" en vosotros.
Yo, soy en mí... nó en A Lama... nó si tuviera muchas riquezas sería más en mí... no si estuviese de vacaciones ahora... por ejemplo, y sí, a la vez!!!!!!.
Sí cuando estoy en casa, sí cuando camino sola por la calle... SÍ soy siempre, porque vivo en mí. Así que lo más hermoso es el poso que consintamos dejen las vivencias, para que nos embellezcan, para enriquecernos… y no tengamos lugar, para que otras oscuras nos corrompan.
Ánimo… es mi deseo sincero, para todos.
He tenido la oportunidad de leer tus articulos, JALR, desde un lugar remoto y caluroso gracias a estos milagros incomprensibles de la red, que hacen que a veces la soledad y la distancia se transformen en sentimientos de cercanía y de calor, que estrechan aun mas los lazos que realmente importan, y me alegra tu reflexión sobre el enfoque positivo que das a esta situación transitoria.
ResponderEliminarEn efecto, y aunque hablamos de un periodo vivido en una situación fuera de lo habitual, todas las experiencias deben ser aprovechadas para sacar el máximo provecho; preparatorias cara a un futuro, analíticas frente a un pasado, pero también reparadoras de heridas internas, de reencuentro con uno mismo, de paréntesis en una vida llena de prisas, sinsabores, stress, y demás sensaciones de la vida cotidiana. La realidad actual de no poder decidir sobre tu presente te ofrece la posibilidad de analizarte y de encontrar una paz que posiblemente fuera difícil en el entorno exterior. Es un periodo que te permite encontrarte contigo mismo, y poder rehacer tus esquemas para esa próxima continuación (yo no le llamaría reinserción propiamente) de tu vida una vez que puedas retomar tus proyectos e ilusiones. En este sentido, el ánimo que muestras, tal y como lo percibo en tu reflexión, es un elemento revelador de un éxito completo que no dudo lo mas mínimo que lograras.
No sé si este es un lugar adecuado para hacer una reflexión jurídica, así que no lo haré como tal. El sistema de orden social por el que nos regimos esta hecho para una generalidad de personas, y como todo sistema general no es infalible. Todo podría ser mejorable individualizando las soluciones, y eso no es siempre posible. Por lo que a veces nos sentimos tristes de comprobar como este sistema en cierta manera nos puede afectar personalmente. En todo caso, me pregunto si una situación inmediatamente previa a la tuya actual no puede ser mucho mas difícil de vivir que el presente de este 22 de enero. Yo creo que si, y aunque pueda parecerte increíble y paradójico, me alegra que tengas esta oportunidad.
Así que yo te animo, JALR a que sigas en esta línea, creo que tu enfoque es positivo y tu actitud también. Aprovecha al máximo para recuperar todas las fuerzas perdidas y reencontrar tus ilusiones, para convencerte que hay mucho de valor en ti y que toda la sociedad, los tuyos, los cercanos y los no tan cercanos, estarán muy orgullosos de contar contigo muy pronto. Y como ya he apuntado antes, este es un momento de paréntesis previo a una continuación, pero a una continuación que auguro será mucho mas positiva en tu reintegración, no con la sociedad, sino contigo mismo, que es la base de todo. Un abrazo y animo.
Al leer este escrito se me ha venido a la memoria William Wallace, el héroe que en BraveHeart es encarnado por Mel Gibson. Quizás no sea la comparación más adecuada en este caso, pero este sería un claro ejemplo del tipo de libertad que se expresa aquí. Una persona que es libre hasta cuando sus captores lo asesinan, una libertad que va más allá de la muerte… No quiero ponerme melodramático, así que quizás sea mejor quedarse con la escena en la que, previo a la batalla, muestran sus escoceses traseros con total libertad… Con todo esto quiero decir que la libertad debe abarcar desde el hecho más simple hasta el más complejo. Cuando esa libertad se vea mermada físicamente, como bien sugiere JARL, mantengamos nuestra mente libre y como bien indica BB, utilicemos esa libertad para reencontrarnos en paz, para hacernos fuertes desde nuestro interior y para sentirnos bien.
ResponderEliminarEstoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad sino por su propia debilidad. Mohandas Karamchand Gandhi
Hola JALR, tan solo decirte que deseo que podamos pronto debatir sobre la libertad y la sociedad en persona.
ResponderEliminarMientras tanto te envío mis reflexiones sobre el particular en forma de un "Credo Socialdemócrata" que me gustaría compartir contigo:http://enriquevarela.wordpress.com/
Un fuerte abrazo.
Enrique Varela
Hola JALR, me alegra el leer tus palabras y encontrar en ellas la fuerza de alguien que se niega a que cuatro paredes supongan un corte a su libertad. Efectivamente la libertad es algo más que simplemente, moverte hacia donde uno quiera,para cada uno de nosotros tendrá un significado diferente atendiendo a las circunstancias que nos rodean. Cúantas veces nos hemos visto presos de nuestra propia vida , con sus obligaciones , responsabilidades, miedos y manias???? Bien es cierto que a veces el simple hecho de poder escapar hacia a algun lugar nos haga sentirnos libres aunque sólo sea por un instante.
ResponderEliminarTe animo a que sigas escribiendo tus reflexiones,ya que no sólo en ellas puedas encontrar un forma de libertad sino que muchos de nosotros podremos valorar la nuestra.
Muy bien.
ResponderEliminarBuenos días JARL:
ResponderEliminarTengo algo que contarte, he visto en el cine la película " el amor en tiempos de cólera",estoy segura por lo poco que te conozco que te encantará ver.
En ella se puede ve reflejado lo que expresabas en tu reflexión, el protagonista a pesar de poder ir hacía donde quiera, se siente preso de su amor de juventud y se aferra al sitio en el que ocurrió todo en espera de algo que no sabe si podrá ser posible; pero allí permanece toda su vida , inmóvil en espera de su amor de juventud.
Espero que vuelvas a escribir pronto, para leer más reflexiones de las tuyas , es algo que se echa de menos.
Un bico, Ana