lunes, noviembre 02, 2009

DOÑA CARMELA

Diario Íntimo de un Condenado
“Dª Carmela”

El 17 de diciembre de 2006, en este mismo espacio escribíamos: “Recibimos la visita de las representantes de la Fundación Barrié de la Maza que, como es costumbre en ellas, no vinieron con las manos vacías. Gracias por la visita, los ánimos y el material audiovisual que tanta falta nos hace. En este reino hay muchas fundaciones, algunas se crean simplemente para proteger bienes patrimoniales de la voracidad de Agencia Tributaria y poco más. Ésta sin embargo, aplica a las peticiones que de los centros penitenciarios recibe, una suerte de discriminación positiva que, hace de ellos espacios más sociales. No conozco a ningún preso que haya hecho a esta fundación una petición, que no fuese atendida. Ahí están, remendando las carencias y los olvidos del verdadero responsable. El Estado”. Han pasado casi tres años y hoy podríamos escribir lo mismo.
El 29 de octubre de 2009, hoy; en la asamblea matinal, hemos recibido la noticia del fallecimiento de la Presidenta de la Fundación Barrié de la Maza, viuda de D. Pedro Barrié y, popularmente conocida como La Condesa de FENOSA. Ha muerto Dª Carmen Díaz de Rábago y todos nosotros guardamos, respetuosamente, unos minutos de silencio. Nuestra benefactora, porque, desde aquella visita a finales de 2006 (en la que no estuvo debido a sus muchos años y lo pesado de los desplazamientos); todos los años, a través de la continua colaboración con la prisión, hemos recibido puntualmente sus donaciones. Y también otras más esporádicas y muy necesarias. No hace ni una semana que al módulo 6 llegó un horno para cerámica que uno de nuestros educadores había solicitado a la Fundación Barrié.
Así que Dª Carmela nos ha dejado un recuerdo físico y reciente. Una máquina que cuece el barro “y le da vída…”. Curiosa coincidencia, está escrito que Dios modeló al primer hombre en barro y después le sopló para darle vida y; también que la misma divinidad dispuso que al morir, el barro habría de regresar a la tierra de donde se recogió (polvo al polvo…). Curiosa paradoja, Dª Carmela termina su largo viaje vital y comienza su regreso a la tierra, su camino a la resurrección; en el mismo tiempo en el que nosotros empezamos a usar el horno que su generosidad quiso que tuviésemos. No es que la fuésemos a olvidar pero, es bien cierto que cada pieza que salga de ese horno, nos recordará su figura. Nos recordará también que todo lo que nace ha de morir, que el barro cocido nos sobrevivirá y que de nosotros sólo quedará el recuerdo de nuestras obras. Sobre todo en aquellos a los que hicimos felices.
Nosotros esperamos que sus obras pervivan, que la Fundación Barrié siga trabajando, ahora también en recuerdo de Carmela. Perpetuando su mecenazgo en el arte y la cultura, sin olvidar el auxilio a los más desfavorecidos; labor de la que ella hizo gala a lo largo de su vida y por la que sin duda permanecerá en nuestro recuerdo. Creemos que es de justicia reconocer su trabajo en el ámbito de las prisiones, al que prestó especial atención y deseamos que nuestro agradecimiento, el de los presos, llegue hoy a su familia. Quede dicho pues: Adiós Carmela.

A.V DE B

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