martes, enero 02, 2007

Diario Íntimo de un Condenado capítulo 20


El Juego Democrático

Discúlpenme sus ilustrísimas por lo de ayer. Esto es una cárcel, aquí no hay videos ni DVD. Están prohibidos. Estamos a merced de los, cada día más baratos y aburridos, contenidos de las cadenas de televisión. Así que, cuando ponen algo que merece la pena hay que verlo o, esperar a que lo repitan en otra y verlo seis o siete meses después. Luz Casal es “algo” que me emociona y descoloca mis neuronas. Hace algunos años y de cerca, también me descolocaba las hormonas. Cuando su voz se apagó cambié de nuevo a La 2.

Un día de estos voy a ver si nuestro queridísimo educador (uhmm… ejemm… el que cuelga esto aquí…), aprovechando el espíritu navideño quiere sacar una foto a mi mando a distancia y colgarla aquí. Para que vean que cuando escribo: … “cambio a tal…”, la operación tiene poco que ver con los que se imaginan y conlleva riesgos desconocidos para vuestras eminencias. En La 2 hablaba un tipo sobre el juego y decía que las probabilidades de que a uno le toque el gordo de la lotería, es de “una entre siete mil millones”. Uhmm… o sea que si jugamos siete mil millones de veces nos tocará sólo una vez.

Lo decía como si se tratase de algo muy serio y complicado. Su expresión facial y su pedantería tenían pinta de “vaso medio vacío” y venían a decir, como complemento de sus palabras “las posibilidades de ganarle al azar son casi inexistentes”. Se notaba a la legua que el homínido nunca había que tenido que pedir un permiso ordinario a la Junta de Tratamiento de esta prisión. Iba a saber el “enterao” lo que son posibilidades casi inexistentes. No le deseo la experiencia, entre otras cosas porque viendo personajes como él, me alegro de ser de letras.

Hay noches peores… y como enuncia la Ley de Murphy (¿a alguien le sobra un calendario del 2007 con las teorías de Murphy? En el economato del M-6 no venden cosas tan serias), “si algo es susceptible de empeorar, empeorará” y… ocurrió. Después del tipo del cálculo de probabilidades sale el propietario de la Administración de Loterías de Sort, ese pueblo catalán donde siempre toca la lotería de Navidad (menos hoy…) y dice: “Cada año nos exigen más, tendremos que trabajar más para que nos toque. Es rarísimo que en Cataluña donde hemos jugado tanto, no haya tocado nada”.

O este tipo es imbécil o yo me he perdido alguna clase de matemáticas. A ver, ¿Qué coño quiere decir con eso de que cada año les exigen más?, ¿Qué si venden más papeletas sus clientes tienen más posibilidades de que les toque el gordo?, esto es falso. ¿Qué vendiendo más billetes su comisión es mayor, el gana más y su oficina tiene más probabilidades de repartir el gordo?, esto es verdadero. Lo de la “queja” sin embargo se entiende bien, es catalán el hombre y se le nota mucho esa especie de frustración, despecho y victimismo que el virus del nacionalismo inocula a sus portadores.

Y esa niebla de sospecha que sus palabras dejan en el aire, esa insinuación en el tono que viene a sembrar la duda, esa suportadota sorda que contiene una resignación obligada y mal llevada, ese mensaje subliminal apenas sugerido que los más avezados habrán podido reconocer claramente: “Si somos de las comunidades autónomas que más euros nos hemos jugado en este sorteo y no nos toca ni un mal segundo o tercer premio, es que hay tongo. Alguien ha metido mano en el asunto y seguro que fue en Madrid, porque a ellos si les ha tocado algún buen pellizco”.

La cultura fenicia dejó entre nosotros lo mejor de si misma como vuestras paternidades pueden apreciar.

A. V. de B.


1 comentario:

  1. Gracias por el mensaje en Retube y por el enlace ¡¡

    ya os enlace en el mio ¡¡

    Salu2

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