Es simplemente otra expresión, para llamar tu atención, no es lo que pasó el día en que se abrió el túnel que me hundió.
Contenía agua que ocultaba aun más mi verdad, la cual se perderá al final en otro lugar.
Cuando salga de donde no debe estar, sin la luz para poder caminar, mi guía no esta.
Mis gritos no se oirán, pero mis lágrimas no caerán para secar este mal, que llegó para hacerme temblar. Ahora mis palabras en un suspiro se van y llegan sin piedad alojándose en mi soledad.
Quiero que me dejen en paz, poder descansar de esta locura que me come sin cesar.
La búsqueda de algo que no está, me impide el sueño de avanzar, encontrándome en la faz de lo mas profundo de mi hábitat, donde he encontrado un sitio en la tempestad de los demás, sin dejar de ser lo que no es, cierra los ojos...
¿…estas ahí?, nadie te hará daño, vuelvo a sonreír, nunca me fui, he estado contigo, no huyas de mi, mira el espejo, déjame vivir.
Así sabrás lo cerca que estoy, detrás de tu corazón aliviando tu dolor, para que sepas quien soy, la fuerza que se te dio, escucha mi voz, deja lo demás de lado, todo ha terminado, lejos están las fantasías que dañaban tu vida, !alégrate¡, que llega un nuevo día.
ANABEL G.G. (Publicado en la revista del Centro "A voz de A Lama")
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