Hace casi un mes nos prepararon una salida programada. Se trataba de hacer un recorrido de senderismo. Un camino por el monte que anteriormente otros compañeros míos fueron limpiando. Fue un día maravilloso. Me recordaba a mi época en la que, cuando no tenía carnet de conducir, mis amigos de la pandilla y yo nos íbamos andando a las fiestas de las aldeas de alrededor. Siempre cruzábamos los montes para asistir a las verbenas.
Fuimos recorriendo el camino y nos íbamos encontrando con puentes romanos, los famosos molinos de la Lama e incluso una ofrenda a las ánimas en medio del monte. Capillas en lo alto de los montes, casas abandonadas, paisajes insólitos. Paisajes que distan mucho de los que se ven desde los muros de la prisión. Fue un día de estos en los que la naturaleza te ayuda a pensar, a reflexionar en todas las cosas buenas de la vida. Tanto que te hace reflexionar que a uno de mis compañeros le vino la inspiración con una de estas frases que suelen decir los filósofos. Pero que me parta una chispa si recuerdo como era.
En resumen fue un día distinto y maravilloso. Un día distinto a los de todos los días, y vaya si no fue distinto. Ah! Que se me olvidaba, por el camino encontramos un salto en el río desde el cual no hicimos una fotote tantas para el recuerdo, si para el recuerdo, porque es una de las cosas buenas que hay que recordar.
También fue un día algo sufrido, ya que la falta de costumbre y la dureza del camino me sentaron muy mal en mis piernas. Los dolores casi ni me dejaban andar, pero no es impedimento para volver a hacerlo cuantas veces sea necesario.
C.A.S.G.
Fuimos recorriendo el camino y nos íbamos encontrando con puentes romanos, los famosos molinos de la Lama e incluso una ofrenda a las ánimas en medio del monte. Capillas en lo alto de los montes, casas abandonadas, paisajes insólitos. Paisajes que distan mucho de los que se ven desde los muros de la prisión. Fue un día de estos en los que la naturaleza te ayuda a pensar, a reflexionar en todas las cosas buenas de la vida. Tanto que te hace reflexionar que a uno de mis compañeros le vino la inspiración con una de estas frases que suelen decir los filósofos. Pero que me parta una chispa si recuerdo como era.
En resumen fue un día distinto y maravilloso. Un día distinto a los de todos los días, y vaya si no fue distinto. Ah! Que se me olvidaba, por el camino encontramos un salto en el río desde el cual no hicimos una fotote tantas para el recuerdo, si para el recuerdo, porque es una de las cosas buenas que hay que recordar.
También fue un día algo sufrido, ya que la falta de costumbre y la dureza del camino me sentaron muy mal en mis piernas. Los dolores casi ni me dejaban andar, pero no es impedimento para volver a hacerlo cuantas veces sea necesario.
C.A.S.G.
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