Sal de tu letargo

Era un bonito día de Febrero del 2001, por desgracia para mí, me quede sin trabajo, la situación era un poco desesperada, necesitaba pensar en algo que me ayudara a pagar el alquiler del siguiente mes. No quería preocupar a mi mujer pero estaba dándole vueltas a la cabeza, ella hacía un curso de recepcionista del INEM y no quería que lo dejara, como siempre tendríamos que recurrir a su madre, para mí era humillante, el orgullo por los suelos. Mi último puesto había sido en navidades, ya llevaba un mes buscando, de repente suena el timbre, era un amigo, hacia mucho que lo veía, pero el contacto no era continuado, tenía un trabajo para mí. No me lo podía creer, era como sí DÍOS se hubiese acordado de mí. El corazón me palpitaba deprisa, estaba ansioso por que me dijera algo más. La entrevista fue bastante bien, era para traer un barco desde canarias, necesitaban un marinero, aunque yo hacía mucho que lo era, no me entusiasmo la idea. Como no era para una marea, sino que serian 20 o 30 días, acepté y llegamos a un acuerdo económico. Cuando llegué a casa se lo conté a mi mujer, la idea de que me fuera un mes no le gusto pero en un barco menos, tuve que esforzarme para convencerla, la salida era en unos días. El hecho de tener un adelanto para el billete nos vino caído del cielo, había conseguido una pequeña prorroga. Pero yo estaba pletórico por la oportunidad de poder salir a buscarme la vida. La salida fue a los pocos días, llegue a las Palmas en pleno carnaval, parecía un turista mas, le dije al taxi que me llevara a un hotel cercano al puerto. El cambio de temperatura era tremendo, parecía verano. La habitación estaba en primera línea de playa. Traté de buscar el puerto para encontrar el barco, era de pesca y no estaba en muy buen estado pero no podía echarme atrás. Hablé con el capitán para saber algo más, me dio un teléfono, quedamos en cenar juntos con el resto de la tripulación en la plaza de Santa Catalina. Me duché y acudí a la cita, cuando llegué estaba llena de gente, todos disfrazados y de fiesta, me metí en el mogollón para buscar el restaurante, no fue difícil encontrarlo. Saldríamos dentro de 4 o 5 días, disfrute del carnaval. Todos disfrutamos, aunque no conocía a nadie en la isla, no me importaba lo mas mínimo, siempre me han fascinado las islas. Vázquez Figueroa (escritor canario) tiene mucho que ver. Me fui a nadar a la piscina de la azotea y disfruté yo solo de las maravillosas vistas. La noche se presentaba bien, ya se empezaba a dirigir todo el mundo hacia el escenario donde se iba a elegir el mejor disfraz (Drak queen). Llamé a casa para informar de las noticias y tranquilizar a mi mujer. Su madre me había echado las cartas para ver mi suerte, yo no creía mucho en eso pero reconozco que había acertado en muchas ocasiones, en muy diversos temas, el caso es que veía dinero y un viaje, sin haberle dicho nada me había acertado otra vez. Me concentre en pasarlo bien sabía que me aguardaban muchos días duros a bordo y no quería pensar todavía en ello. Estuve bailando toda la noche, entraba en todas las discos a tomar una copa, el hecho de no tener que conducir como habitualmente me pasaba, hizo que cogiera algo mas que un “punto”.Habia muchas extranjeras con ganas de marcha, pero me conformaba con solo bailar. Cuando ya amanecía la playa de Las Canteras me regalo una estampa deliciosa, paseando me fui a dormir al hotel, no sin antes tener que rechazar por enésima vez la compañía que me ofrecía alguna mulata. La noche ya había sido completa, estaba saturado de nuevas experiencias en solo dos días. Por la mañana desayuné y subí a la piscina, dormité hasta el mediodía y me fui a conocer la ciudad para comprar alguna cosa.Hacía solo unos días estaba deprimido en casa sin saber muy bien que hacer, hasta ahora solo me habían dado sin pedir nada a cambio. Pero Lucifer no da nada por nada, ya le había vendido mi alma solo que aun no lo sabía. Salimos del puerto a los pocos días, éramos 5 marineros y 3 del puente, todo iba viento en popa, a bordo todo era una rutina, el capitán muy autoritario nos exigía que reparáramos las muchas cosas que en el barco estaban rotas (redes, bodega, cocina, camarotes…) me lo tome con calma, el tiempo era muy bueno para navegar .Solo me extrañé cuando en una guardia nocturna observe que en las cartas de navegación el barco no iba al norte. Algo no cuadraba, pregunte y me dijeron que no me preocupara. Al parecer tendríamos que esperar otro barco para dejarles gasoil. A los tres días entre una densa niebla divisamos el buque. Era un barco fantasma y lo digo literalmente, sin rol, sin pabellón, se puso al costado. Todos estábamos expectantes, la incertidumbre era palpable, los patrones hablaron entre ellos con cierto nerviosismo. Necesitaban combustible para regresar a su mundo, pero antes su carga cambiaría de manos, a cambio de 100 litros de gasoil nos soltaron100 fardos, que apresuradamente metimos a bordo. El abordaje fue inminente, ya estaban esperando ,todos a prisión 9 años .El pacto con el diablo .Muy caro.

V.M.R.I.