martes, abril 22, 2008

Semana del Libro (martes)

Semana del Libro (21 a 25 de abril de 2008)


Hoy martes 22 de abril se han comentado dos libros. Comenzó Nsimba recomendando la lectura del libro: “Traficantes de Marfil”, una novela escrita por la naturalista Karin Maquillan (y traducida al castellano por Montse Gurgui), después de recorrer África como voluntaria del Cuerpo de Paz. Se trata de su segunda novela tras “El Safari de la Muerte” y en esta escribe sobre Kenia con tanta pasión como conocimiento. El argumento está basado en un hecho real y se centra en el asesinato de un naturalista que estudiaba los hábitos de los elefantes. Una amiga suya, naturalista y guía de safaris, decide encontrar al asesino y para ello se adentra en el mundo de los traficantes de marfil; un mundo en el que “los hombres son más rapaces y crueles que cualquier depredador

Nsimba, de origen africano (el bromea asegurando que es andaluz, podría ser pero, el color de su piel siembra no pocas dudas al respecto), se sintió realmente impactado por esta novela. Animó a todos a leer y argumentó acerca del motivo por el que mucha gente no lee y dijo: “quizá el secreto para introducirse en la lectura esté en perderle el miedo a los libros. Acercarse a ellos, leer los títulos de sus lomos, de sus tapas, cogerlos de la estantería”. Sólo le faltó decir (lo añado yo), que los libros no muerden, que difícilmente pueden hacer daño a nadie y que, por el contrario, pueden ser de gran ayuda o, al menos, de entretenimiento. Sobre todo aquí, en la cárcel.

Le siguió Antolín. Lo hizo sobre la novela: “El Viejo y El Mar” (Premio Pulitzer de Literatura en 1953), escrita por el periodista y escritor estadounidense Ernest Hemingway (Illinois USA 1899-1961 – Premio Novel de Literatura en 1954), autor muy conocido en España; quizá más por sus extravagancias, su afán aventurero y su afición a todo lo que tenía que ver con los toros, ya fueran las fiestas de San Fermín o las largas veladas con Luis Miguel Dominguin y otros maestros de la lidia; que por sus obras literarias. No nos faltan a los españoles grandes dosis del espíritu trágico que caracterizaba a este americano universal, a sus obras, a su vida y a su muerte...

Sin embargo, Antolín, que es un tipo más bien dicharachero y conocedor del mar y sus verdaderas tragedias…, no sintonizó demasiado con Hemingway en esa visión tan dramática de la vida de un pescador cubano. No le pareció que la historia que cuenta en esta obra tuviese mucho que ver con el “fracaso y el triunfo”. Dijo textualmente al respecto: “no estoy de acuerdo en que esa forma de pescar sea luchar contra los elementos, menos, por parte de un turista que pescaba atunes en la Ría de Vigo”. Recomendó su lectura porque le pareció, eso sí, que el libro está muy bien escrito, “sin palabros” y con un estilo narrativo envidiable.

A. V. de B.


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