jueves, septiembre 25, 2008

FIESTA DE LA MERCED




El penal de A Lama, «una apuesta firme por la reinserción»
La prisión pontevedresa conmemoró ayer a su patrona y sus diez años de existencia



«Esto es una prisión cinco estrellas», quien habla se autodefine como «preso de primera división» condenado por haber matado a su mujer en la vía rápida de O Salnés. Hoy en día purga su pena en uno de los módulos convivenciales del centro penitenciario de A Lama, unas dependencias que ayer pudieron conocer de primera mano los asistentes a los actos en conmemoración del Día de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, y de los diez años de existencia del penal.
Y es que, tal y como reseñó, José Antonio Gómez Novoa, director de la cárcel, la de A Lama es «una apuesta firme por la reinserción de los internos y por la mejora de su calidad de vida» entre rejas, al tiempo que se busca que «su tiempo en prisión sea positivo, útil y de mejora personal».
us palabras habían sido reflejas anteriormente por uno de los reclusos del módulo terapéutico que se erigió en portavoz de todos sus compañeros. Carlos, no trascendieron sus apellidos, reconoció que su estancia en estas dependencias, cuya base el respeto, el orden, la higiene y la convivencia, «me ha dado aire».
Minutos antes, un segundo preso, en este caso del módulo de convivencia, precisó que los principales beneficios que se obtienen son «sentirse libre y prepararse para una mejor vida». No obstante, no obvió que existen complicaciones que convierten la convivencia en todo un reto, ya que la prisión es un microcosmos donde comparten experiencias más de 1.800 personas de toda clase de razas y de culturas.
el marco de esta resocialización se ubican algunas de las actividades inauguradas ayer en A Lama y en las que han colaborado artistas de la comarca. Es el caso del reconocido pintor pontevedrés Manuel Moldes o el de la fotógrafa marinense Ana Cambeiro Méndez, cuyos trabajos se completan con una exposición pictórica a cargo de Juan Carlos Vilar Pérez.
Pero tal vez donde mejor se comprende el espíritu de esta iniciativa es en la propia estructura del módulo. Las celdas, como pudieron comprobar el subdelegado Delfín Fernández Álvarez y los mandos policiales y militares, no se parecen en nada a ese mundo frío de metal que más de uno se imagina. Se trata de estancias con literas y baños, en las que los presos han dejado muestras de su personalidad, ya sea a través de la propia decoración o de la presencia de armarios o escritores, en muchos casos, construidos por ellos mismos.

25-09-08

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