miércoles, diciembre 13, 2006

Diario Íntimo de un Condenado capítulo 11º


La Isla (1º parte)

Hoy han vuelto a poner “La Isla”. Es la primera vez que la ponen este mes y la undécima en el último trimestre. Ni siquiera el “Canal Pus” la gastó tanto con ese truco barato que venden a sus clientes como un servicio de valor añadido, la multidifusión.

Por un lado, los hechos se pueden ser considerados como una falta de respeto hacia una audiencia que se ve obligada a ver la televisión siempre en la misma franja horaria. Desde otro punto de vista es una nueva oportunidad de analizar la película una vez más. Se trata de un film que no tuvo el éxito comercial que merecía; ni el apoyo de los críticos españoles, siempre tan tacaños con el cine hecho en USA y tan descaradamente generosos con los bodrios “made in Spain”, sobre todo si por medio anda Antonio Banderas (en lo sucesivo Banderas) o Penélope Cruz.

Debo decir que hay al menos dos cosas de las que ha hecho Banderas que me gustan mucho: Su papel de Armand en la película Entrevista con el Vampiro y casarse con Melannie Grifith. Penélope (en lo sucesivo Pe…), hizo de si misma para Bigas Luna en Jamón Jamón y como por aquella época aun no conocía la pedantería ni a “Tomcrusss”, quedo bien. Interpretar, lo que se dice interpretar no interpretaba, pero era joven y bella y, hacía bonito. Bigas Luna siempre es capaz de sacar lo mejor de las mujeres que salen en sus películas, aunque desde Bilbao no volvió a hacer nada de tanta calidad.

Me he alejado de La Isla… Renovatio, recomencemos. El film visto en la celda de una cárcel adquiere connotaciones que en el exterior sólo se pueden intuir. Resulta evidente que los “agnates” están encerrados, apartados del mundo exterior, eso lo nota cualquiera, sin embargo, otras similitudes y coincidencias no son tan evidentes para quien no conoce una prisión. Los guionistas o las conocían o estaban bien asesorados.

Hay planos y escenas muy de ayer a mediodía. Por ejemplo, cuando los “internos” de La Isla recogen la comida. Las bandejas son de acero inoxidable son casi idénticas a las de aquí. La mala leche de la señora del office y la forma (desigual) de tratar a los presos, también. A unos se les permite saltarse la dieta con cinco lonchas de bacon y a otros no. El puré aquel que le echan a 6 ECO en la bandeja, es sin duda de la misma marca que el que usan aquí y parece hecho por el mismo cocinero, porque tiene idéntica consistencia y… sabrosísimo aspecto (si fuésemos gatos o perros).

Y los guardias aquellos tan modernamente equipados, que se acercan a la pareja y les dicen: “sepárense, mantengan la distancia”. Aquí los funcionarios llevan Walkie-Talkies del la era cretácica, el uniforme es menos espacial y no tienen esas maneras de chulopiscinas o portero de discoteca de alto standing. Son mucho más amables aunque, también es cierto que Scarlet Johansson no suele comer con nosotros y eso facilita mucho su labor.

A. V. de B.

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