sábado, diciembre 23, 2006

Diario Íntimo de un Condenado capítulo 17º

Un Tipo Íntegro (1º parte)

No voy a diseccionar a estas alturas la palabra "integridad". En el diccionario de la RAE tiene varias acepciones, por cierto, en mi opinión los académicos de esa institución que tiene como misión y lema "Limpiar Fijar y dar Esplendor" a la Lengua Española; quizá habría que decir Castellana, puesto que los otros idiomas cooficiales del Reino de España tienen sus propias academias, hace tiempo que perdieron el norte.

No limpian ni (voy a ser educado…) el polvo de sus ilustres sillones, no fijan más que zafias traducciones de los anglicismos de moda y algunas palabras de uso común y extendido entre "el pueblo llano"; que harían bien en no añadir al diccionario porque nada aportan sino confusión. Palabras como "gilipollas" están bien para figurar en el diccionario ése que escribió el gilipollas de Ramoncín pero, en el diccionario que tenemos como referencia los millones de personas que usamos la lengua española aquí y en las otrora colonias del reino, no debieran incluirse más "tacos chelis", habiendo como hay palabras que definen sobradamente a personaje mentado y a otros como él: imbécil, pelota, listo, aprovechado,... incluso: mea-pilas, llorón, sopla-pollas o simplemente, vago.

La RAE no está obligada a aplicar principios democráticos en su labor. La democracia es, según Abrahán Lincoln (y otros sabios): “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. No es un buen sistema de gobierno en ámbitos más reducidos. ¿Se imaginan a unos padres de familia con cuatro hijos menores sometiendo a democrático sufragio si se ve o no, la película que Canal + pone los viernes a las 01:45h? Tampoco es eficaz en ámbitos que sobrepasan una nación. Ya se ve lo que está pasando con el proyecto de Constitución Europea o, lo que pasa en USA; donde las diferencias legales llegan a extremos como el de aplicar la pena de muerte en unos estados y no en otros. Sólo se ponen de acuerdo para respetar algunas leyes federales y para elegir un títere como presidente de todos. Aunque en el fondo todos sabemos que acaban eligiéndolo los grandes grupos empresariales y si se sale del guión, lo asesinan y eligen otro. ¿Se imaginan al ejército eligiendo democráticamente a sus generales?; ¿al poder judicial eligiendo democráticamente a sus jueces y fiscales?; a la Iglesia Católica eligiendo democráticamente a sus cardenales o al Papa? Supongo que por eso se dice que es el sistema de gobierno "menos malo".

Afirmación que lleva implícitas otras, a saber: que no es un buen sistema; que por el momento hemos sido incapaces de encontrar otro mejor; que es una ilusión, una utopía; que se trata de una impostura, una ceremonia que celebramos cada cierto tiempo para poner en el mismo sitio a los mismos de siempre porque, los que en realidad tienen poder no lo someten a votación, simplemente lo ejercen y lo dejan en herencia a otros escogidos, como ya hacían los emperadores romanos.

Así que mejor hablaremos del sentido que damos a la palabra “integridad” habitualmente, de qué queremos decir cuando afirmamos que una persona es íntegra. Tendrá que ser mañana porque hoy se me ha ido la olla. Empecé hablando de integridad y terminé hablando de democracia y, sabemos en conciencia que la primera tiene muy difícil la supervivencia en ámbitos donde se esté aplicando la primera. ¿A que escuece?


A. V. de B.

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